A pesar de que este término puede resultar muy poco conocido por la mayoría, la realidad es que es más común de lo que piensas. La ebriorexia es un trastorno que tiene en alerta a las autoridades sanitarias, especialmente por la edad de quien lo padece. Normalmente, tienen edades comprendidas entre los 17 y 24 años.
A modo general, podemos decir que la ebriorexia engloba dos grandes problemas: El alcoholismo y alteraciones en la conducta alimentaria. Por eso, la mayoría de quienes lo sufren son personas jóvenes, sobre todo mujeres.
Definición de ebriorexia
Este término empezó a emplearse en el año 2008 por los principales medios de comunicación populares. Hacían referencia a la dañina práctica de consumir alcohol en grandes cantidades mientras se restringe la ingesta de alimentos y así evitar aumentar de peso por el superávit calórico .
Debemos dejar claro que la ebriorexia carece de una definición sistemática. No obstante, está caracterizada por las siguientes características:
- Omisión de las comidas para ahorrar calorías y de este modo compensarlas con las que provienen del alcohol.
- Aumento de la actividad física para eliminar las calorías adquiridas mediante el alcohol.
- Mucha ingesta de alcohol con la finalidad de vomitar los alimentos que pueden consumirse.
Visto esto, podemos decir que las principales características de la ebriorexia son tres:
- Abuso del alcohol.
- Trastorno de alimentación.
- Exceso de actividad física.
En los primeros años, se consideraba que la ebriorexia afectaba especialmente a mujeres menores de 30 años. No obstante, diferentes estudios han determinado que puede afectar de pro igual a ambos sexos. El/la paciente recurre a estas conductas compensatorias para lidiar con su insatisfacción corporal.
En el caso de ellas, hacen dietas sumamente restrictivas. Por su parte, los hombres optan más por lo que se conoce como atracón para aumentar la masa corporal. Eso sí, los mayores porcentajes de pacientes con ebriorexia se sitúan en la población universitaria.
¿Cuáles son las causas de la ebriorexia?
Las causas de este trastorno no están del todo definidas, sobre todo, si se tiene presente que tiene un origen multicausal, como la mayoría de trastornos psicológicos.
No obstante, sí existen diferentes factores que pueden facilitar su aparición. Por ejemplo, la sobrevaloración de los cánones de belleza que se centran alrededor de la delgadez.
Quienes padecen este trastorno, en su mayoría sufren problemas de inseguridad y baja autoestima. Pueden haber vivido episodios de rechazo por su figura. Además, han optado por el alcohol para desinhibirse un poco y así sentirse un poco más aceptados.
Los modelos parentales también juegan un papel importante en este proceso. Sobre todo, cuando se transmiten ideas en torno al físico y el consumo de alcohol como vía de escape ante los problemas.
A pesar de que aún se necesitan algunos estudios más profundos, se cree que también existen ciertas predisposiciones genéticas. Sin embargo, estas no están del todo claras.
¿Cuáles son los síntomas de la ebriorexia?
Como es bien sabido, cuando alguien tiene contacto con el alcohol a temprana edad, muchas áreas cerebrales en desarrollo pueden verse afectadas. Esto, a su vez, puede traer problemas irreparables (deterioro de las neuronas, distorsión de la realidad o pérdida de la conciencia e incluso aislamiento y conductas violentas).
Otro síntoma bastante característico, aparte de consumir alcohol es la falta de ingesta de alimentos por voluntad propia. El único sustento calórico de quien padece este problema proviene del alcohol. Además, el paciente es consciente de esto.
Cuando una persona priva al cerebro de una nutrición adecuada, mientras ingiere grandes cantidades de alcohol se presentan problemas cognitivos a corto y largo plazo. Esto incluye pérdida de la concentración, incapacidad de tomar decisiones, ansiedad y desnutrición entre otros tantos problemas.
Quienes desarrollan un trastorno de ebriorexia suelen comportarse de forma arriesgada. Ponen en peligro su integridad desde temprana edad, lo que traerá el desarrollo de enfermedades crónicas a futuro.
Etapas de la ebriorexia
Básicamente son tres:
- El alcohol es la mejor opción para sustituir las calorías que debería aportar la comida.
- Se bebe para saciar el hambre por falta de alimentos. Se llegan a combinar con otras drogas, tanto para perder peso como aumentar la saciedad.
- Atracones de comida seguidos de episodios de vómitos.
Consecuencias de la ebriorexia
Cuando no se trata a tiempo, como cualquier otro trastorno, puede dar paso a problemas realmente graves, tanto a nivel físico como mental de quien lo padece. Algunas de las consecuencias son similares a las de otros trastornos alimenticios, mientras que otras resultan exclusivas.
Entre esas, están:
- Infrapeso: Por déficit calórico y falta de nutrientes que el organismo necesita para realizar muchas de sus funciones vitales.
- Problemas de salud mental, tales como depresión, ansiedad y brotes psicóticos.
- Patologías del hígado por alto consumo de alcohol.
- Enfermedades cardíacas.
- Fallo renal.
- Suicidio.
Existen tratamientos contra la ebriorexia
Tratar la ebriorexia no es una tarea del todo sencilla, ni mucho menos rápida. Requiere de una intervención a nivel multidisciplinar. Hay que tener en cuenta que es un trastorno alimenticio, pero también una adicción al alcohol.
Dependiendo del caso particular de cada paciente, puede que sea necesaria una hospitalización. Aquí se estabilizará su cuadro clínico y la prioridad será que recupere el peso, al menos a nivel mínimo.
Después, es necesario entrar en una etapa de desintoxicación etílica. Aquí, el apoyo y acompañamiento será la mejor opción. Esto, seguido de una dieta adecuada que le permitirá poco a poco ir trabajando la reestructuración cognitiva perdida.
Diversas investigaciones han apuntado que las intervenciones de tipo familiar suelen ser mucho más efectivas para retardar el consumo de alcohol o en dado caso, disminuir su consumo en el caso de los jóvenes. Aparte, la terapia conductual también resulta una herramienta maravillosa, siempre y cuando se cuente con el compromiso del paciente.
Hay que tener siempre presente que como en cualquier caso de adicción o trastorno, es un proceso de altas y bajas, por lo que la determinación es fundamental, además de contar con un grupo de apoyo sólido, tanto a nivel familiar como de amigos o la pareja.