La cocaína es una de las drogas más consumidas y adictivas que existen. Su uso provoca una serie de alteraciones neurológicas de consecuencias graves e irreversibles. ¿Quieres saber sobre el efecto de la cocaína en el cerebro y cómo afecta a la salud mental? A continuación te lo explicamos con detalle, basándonos en la evidencia científica y en nuestra experiencia como centro de desintoxicación de la cocaína.
Cuando termines de leer, entenderás perfectamente por qué la cocaína es tan dañina para tu bienestar cerebral. Así que ponte cómodo y prepárate para descubrir la verdad sobre esta droga tan destructiva.
¿Qué es la cocaína y cómo actúa en el cerebro?
La cocaína es un alcaloide que se extrae de las hojas de la planta de coca, originaria de Sudamérica. Se presenta en forma de polvo blanco, que se suele aspirar por la nariz, o de pasta, que se puede fumar o inyectar. Esta droga es un potente estimulante del sistema nervioso central, que actúa bloqueando la recaptación de la dopamina, la noradrenalina y la serotonina. Cada uno de estos neurotransmisores, influyen en la regulación del estado de ánimo, la motivación, el placer, la atención, el aprendizaje y la memoria, entre otras funciones cognitivas y emocionales (Maldonado, Berrendero, Ozaita, & Robledo, 2011).
Al impedir que los neurotransmisores sean recaptados por las neuronas, la cocaína provoca un aumento de su concentración en el espacio sináptico, lo que produce una sensación de euforia, energía, confianza, bienestar y alerta. Sin embargo, el efecto es transitorio y dura entre 15 y 30 minutos, dependiendo de la vía de administración y de la dosis. Luego, se produce un descenso brusco de los niveles de estos neurotransmisores, lo que genera un estado de abstinencia, caracterizado por un malestar y un intenso deseo de consumir más cocaína.
Efecto de la cocaína en el cerebro a corto plazo
La cocaína fumada, inhalada o inyectada, llega al cerebro en segundos, iniciando una serie de cambios que van desde lo molecular hasta lo conductual. Su consumo, incluso en dosis bajas y esporádicas, tiene una serie de efectos negativos en el cerebro a corto plazo, afectando gravemente la salud mental del consumidor. Algunos de estos efectos se manifiestan en alteraciones de:
Percepción
La cocaína provoca alucinaciones visuales, auditivas, táctiles u olfativas. Básicamente, consisten en ver, oír, sentir u oler cosas que no existen. Estas alucinaciones pueden ser agradables o desagradables, y generar confusión, miedo o paranoia. Un ejemplo de alucinación táctil es la sensación de tener insectos bajo la piel, que se conoce conel nombre de “síndrome de Ekbom” o “cocaine bugs” (Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, 2016).
Atención y concentración
Esta droga genera dificultad en la capacidad de enfocar la atención en una tarea, de mantenerla durante un tiempo prolongado y de cambiarla de un estímulo a otro. Así, el consumidor ve afectado su rendimiento académico, laboral o social. También impacta en su seguridad al conducir o realizar otras actividades que requieren atención (Bolla, Funderburk, & Cadet, 2000).
Memoria
Interfiere con la formación, el almacenamiento y la recuperación de los recuerdos a corto y largo plazo. El consumidor frecuentemente tiene olvidos, confusiones, falsos recuerdos o dificultades para aprender cosas nuevas.
Sin embargo, la memoria más afectada por la cocaína es la memoria de trabajo, que es la que permite mantener y manipular la información durante unos segundos o minutos. Esta es fundamental para el razonamiento, la comprensión y la resolución de problemas (Verdejo-García & Pérez-García, 2007).
Estado de ánimo
También es usual que el consumidor de cocaína experimente cambios bruscos y extremos en su estado de ánimo, que van desde la euforia hasta la depresión, pasando por la ansiedad, la irritabilidad, la agresividad o la apatía. Estos cambios se deben al efecto directo de la droga y al síndrome de abstinencia de la cocaína. Además, esta sustancia agrava o desencadena los siguientes trastornos psiquiátricos (American Psychiatric Association, 2014):
- Depresión mayor
- Trastorno bipolar
- Trastorno de ansiedad generalizada
- Trastorno de pánico
- Trastorno obsesivo-compulsivo
- Trastorno de estrés postraumático, entre otros.
Comportamiento
La cocaína induce a conductas impulsivas, compulsivas, antisociales o violentas, poniendo en riesgo la integridad del consumidor y de las personas de su entorno. Algunas de las conductas son el consumo compulsivo de cocaína, la adicción al juego o ludopatía, la hipersexualidad, el robo, el vandalismo, la conducción temeraria o la agresión física o verbal (Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, 2016).
Efecto de la cocaína en el cerebro a largo plazo
El consumo de cocaína de forma habitual y prolongada tiene unos efectos aún más devastadores en el cerebro. Muchos de estos son irreversibles, con daños estructurales y funcionales en el órgano. Los efectos más importantes son:
Adicción a la cocaína
La cocaína es una droga altamente adictiva, que genera una fuerte dependencia física y psicológica. Ambas representan las dos dimensiones de la adicción a la cocaína.
- La dependencia física se debe a que el cerebro se adapta al consumo de la droga y reduce la producción de los neurotransmisores que estimula. Por lo tanto, el adicto necesita consumir cada vez más cantidad y con mayor frecuencia para obtener el mismo efecto.
- La dependencia psicológica surge porque el consumidor relaciona la droga con aliviar su malestar, incrementar el placer o enfrentar dificultades. Esto genera un intenso anhelo por usar la cocaína y centrar su vida en obtenerla y consumirla, descuidando áreas vitales como la familia, el trabajo, la salud o el ocio (Maldonado et al., 2011).
Atrofia cerebral
Otro efecto a largo plazo es la disminución del tamaño y el peso del cerebro, y una reducción del grosor de la corteza cerebral. No es un detalle menor, ya que es la capa externa responsable de las funciones cognitivas superiores. La atrofia cerebral afecta al lóbulo frontal, temporal, hipocampo, amígdala o el núcleo accumbens. Estas áreas del cerebro están implicados la toma de decisiones, el control de impulsos, la memoria, la emoción o la recompensa, respectivamente (Goldstein & Volkow, 2011).
Secuelas de la cocaína
La cocaína también genera una serie de secuelas neurológicas, que pueden ser permanentes o transitorias, y manifestarse en diversos trastornos. Algunas de las secuelas de la cocaína son:
- Parkinsonismo
- Corea
- Afasia
- Hemianopsia
- Sordera
- Parestesia
- Ataxia, entre otras.
¿Cómo tratar la adicción a la cocaína y sus efectos en el cerebro?
La adicción a la cocaína es una enfermedad crónica y compleja, que requiere de un tratamiento integral y multidisciplinar. Es necesario abordar tanto los aspectos físicos como los psicológicos, sociales y familiares del problema. El tratamiento de la adicción a la cocaína tiene los siguientes objetivos principales:
Detener el consumo de la droga
El primer paso para tratar el efecto de la cocaína en el cerebro es eliminar la sustancia del organismo y superar el síndrome de abstinencia. Esto se logra mediante un proceso de desintoxicación. El mismo se realiza de forma ambulatoria o en un centro de desintoxicación de la cocaína, dependiendo de la gravedad y la duración del consumo. En algunos casos, se recurre a fármacos que ayuden a aliviar los síntomas de la abstinencia, como los antidepresivos, los ansiolíticos, los anticonvulsivos o los antagonistas de los receptores de opioides.
Prevenir las recaídas
Aquí es donde interviene la deshabituación, que consiste en modificar los hábitos, las actitudes y las creencias que favorecen el consumo de la droga y que dificultan su abandono.
La deshabituación se basa en la terapia psicológica, que puede ser individual, grupal o familiar. A su vez, se emplean diferentes técnicas: la terapia cognitivo-conductual, la terapia de aceptación y compromiso, la terapia motivacional, la entrevista motivacional o la prevención de recaídas.
Revertir o minimizar el efecto de la cocaína en el cerebro
Con el objetivo de estimular y entrenar las funciones cognitivas que se han visto afectadas por el consumo de la droga, se recurre a la rehabilitación neuropsicológica. Muchas veces la adicción a la cocaína genera un fuerte deterioro en la atención, la capacidad de aprendizaje, la memora, entre otras.
Esta estrategia se basa en la realización de ejercicios, juegos, actividades o tareas que mejoren el rendimiento cognitivo, la adaptación al entorno y la calidad de vida del adicto. La rehabilitación neuropsicológica se puede complementar con el uso de fármacos que mejoren la neuroplasticidad, la neurogénesis o la neuroprotección, como los nootrópicos, los antioxidantes o los antiinflamatorios.
¿Dónde se puede encontrar ayuda para dejar la cocaína?
Si tienes un problema de adicción a esta droga o conoces a alguien que busque cómo dejar la cocaína, debes saber que no estás solo y que hay solución. Existen diferentes recursos para superar esta enfermedad y a recuperar el control de tu vida. Algunas opciones son:
- Centros de adicciones: son establecimientos sanitarios especializados en el tratamiento de las adicciones, que ofrecen una atención integral y personalizada. Un centro de adicciones cuenta con un equipo multidisciplinar de profesionales que brindan una asistencia sanitaria, psicológica, social y educativa. Así mismo, ofrecen diferentes modalidades de tratamiento: ambulatoria, residencial o mixta.
- Grupos de autoayuda: se trata de asociaciones de personas que comparten una experiencia común de adicción y que se reúnen periódicamente para apoyarse mutuamente en el proceso de recuperación. Los grupos de autoayuda se basan en el principio de la ayuda mutua, que consiste en que cada miembro aporta su experiencia, su conocimiento, su consejo y su ánimo al resto de los miembros, y recibe lo mismo a cambio.
- Líneas de atención telefónica: son servicios gratuitos y confidenciales que brindan información, orientación y asesoramiento sobre las adicciones. Las líneas de atención telefónica están atendidas por profesionales cualificados, que resuelven las dudas, las consultas o las demandas de las personas que llaman. Están disponibles las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y se accede desde cualquier lugar y momento.
Como has visto, el efecto de la cocaína en el cerebro es extenso y a menudo devastador. Si tú o alguien que conoces está luchando contra la adicción, es vital buscar ayuda profesional. El Instituto Europeo Alfi está aquí para ayudarte en cada paso del camino. Recuerda, dar el primer paso hacia la recuperación puede cambiar tu vida.
Bibliografía
- American Psychiatric Association. (2014). Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5). Editorial Médica Panamericana.
- Bolla, K. I., Funderburk, F. R., & Cadet, J. L. (2000). Differential effects of cocaine and cocaine alcohol on neurocognitive performance. Neurology, 54(12), 2285-2292.
- Goldstein, R. Z., & Volkow, N. D. (2011). Dysfunction of the prefrontal cortex in addiction: neuroimaging findings and clinical implications. Nature Reviews Neuroscience, 12(11), 652-669.
- Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas. (2016). La cocaína.
- Maldonado, R., Berrendero, F., Ozaita, A., & Robledo, P. (2011). Neurobiología de la adicción a la cocaína. Revista de Neurología, 52(1), 35-48.
- Verdejo-García, A., & Pérez-García, M. (2007). Perfil neuropsicológico de la adicción a la cocaína. Revista de Neurología, 44(8), 471-481.