La adicción es una enfermedad crónica de tipo neurológico y psiquiátrico que ha sido mal entendida durante años. Quienes la padecen suelen sentirse rechazados y mal juzgados por el resto de la sociedad.
Esto se debe a que se suelen ver como individuos débiles de carácter o culpables de su propio destino. No obstante, múltiples estudios afirman que muchas de las personas con adicciones pueden tener un componente genético que los hace más vulnerables a padecer la enfermedad.
Igualmente, existen ciertos factores ambientales y de estilo de vida que pueden incrementar el riesgo de padecer una adicción si se tienen padres que son adictos. Pero, ¿qué dicen exactamente los expertos al respecto?
¿Existe predisposición genética a las adicciones?
Desde hace unas décadas, se están realizando diversos estudios. La finalidad es determinar si existe un componente genético que haga más vulnerables a ciertos individuos ante las adicciones.
Algunas investigaciones realizadas con grupos de gemelos han demostrado que en un 60% de los casos, un comportamiento adictivo deja marcas en el material genético y luego este puede ser heredado.
Los gemelos idénticos tienen un mismo perfil genético. Gracias a esto, es posible comparar los cambios epigenéticos que se generan en el ADN a causa del ambiente y el estilo de vida. No obstante, es importante resaltar que estas variaciones en el genoma no explican por completo las conductas adictivas.
En la actualidad, los investigadores están intentando entender la relación que existe entre los cambios epigenéticos de un adicto y la tendencia de sus hijos a desarrollar el mismo problema. Muchos estudios, realizados en ratones, explican cómo algunos presentan mayor motivación para acceder a las drogas y cómo sus crías también lo hacen.
Uno de estos estudios midió el interés de los roedores ante la sustancia. Para esto, utilizaron un sistema que incluía una palanca que debían empujar varias veces para acceder a esta. El número máximo de veces que un espécimen activaba la palanca sirvió para determinar su interés por la cocaína.
Tan pronto se determinó que ratones eran más insistentes para alcanzar la droga, observaron el posterior comportamiento de sus crías con la sustancia. A partir de ahí descubrieron que estas se sentían atraídas con mayor intensidad que otros ratones.
También realizaron análisis en el esperma de los ratones adictos y de los no adictos. Evidenciaron diferencias en la metilación de ciertas áreas del ADN. Es decir, las marcas epigenéticas que modifican la expresión de los genes. Lo más llamativo es que algunas de estas transformaciones se heredaban a las crías.
Aunque esto no se ha comprobado en humanos, estos resultados coinciden con otras observaciones que se han realizado en hijos de adictos.
Entonces, ¿si alguno de mis progenitores es adicto yo también lo seré?
Si alguno de tus progenitores ha sido o es adicto debes saber que existe una posibilidad de que tú también puedas tener conductas inapropiadas ante ciertas sustancias o actividades adictivas.
No obstante, tu estilo de vida y los factores ambientales que te rodean pueden disminuir esa tendencia. Lo importante es ser consciente de que puedes padecer cierta vulnerabilidad y actuar con cautela ante situaciones que te puedan poner en riesgo.
También es recomendable acudir a un especialista que te pueda dar la orientación que necesitas para mantenerte a salvo ante cualquier clase de adicción. Existen centros de adicciones que cuentan con distintos tipos de terapias diseñadas para este tipo de casos.
Si alguno de tus padres es adicto, solo debes tomar las decisiones más adecuadas, actuar con precaución y acudir a un profesional que te dé la orientación que necesitas.
¿Qué es la epigenética?
La epigenética o también conocida como epigenómica es una especialidad de la genética que estudia los cambios que se generan en el ADN pero que no incluyen alteraciones en la secuencia subyacente. El ADN y las proteínas que interactúan con este pueden presentar cambios que inciden en la activación o no de ciertos genes.
En otras palabras, la epigenética analiza los cambios en las funciones o expresiones de los genes y que además son hereditarias. Estos cambios no tienen que ver con transformaciones en la secuencia de ADN. Son transformaciones generadas por el ambiente, conductas específicas y el estilo de vida.
Cada célula del cuerpo humano contiene información genética idéntica, pero los procesos epigenéticos dan paso a ciertas modificaciones en respuesta al ambiente o a ciertos estímulos. Estas marcas epigenéticas pueden causar estragos en la salud y estos a su vez se pueden traspasar a los hijos.
Por ejemplo, el consumo de alcohol de un individuo puede marcar su ADN y elevar la producción de proteínas que son propias de los procesos de adicción a esta sustancia. Hay que decir que los altos niveles de estas proteínas alteradas se observan también en animales que han sido utilizados en estudios sobre la adicción.
Este tipo de estudios busca descubrir los factores biológicos que participan en la aparición de distintas enfermedades. Entre estas, en las adicciones, es posible proporcionar información certera para crear nuevas soluciones y tratamientos ajustados a cada caso en particular.